viernes, 4 de mayo de 2012

¡COMIDA PARA QUE HAGAS --O HAGÁIS-- CON TU PADRE EL DÍA DE LA MADRE!

COSTILLAS DE CERDO CON SALSA BARBACOA, ENSALADA Y CRUMBLE DE PERA Y PLÁTANO. PARA QUE MAMÁ NO TRABAJE EN SU DÍA


¿Qué te parece?. ¿A que las costillas tienen un aspecto muy bueno?. Con salsa barbacoa, puré de patatas y alubias refritas. ¡Vaya festín!. No tardarás demasiado tiempo. Parte del trabajo --el más importante-- puedes hacerlo tu, parte tendrá que hacerlo tu padre, porque hay utilizar el fuego, el horno y los cuchillos. La receta la tienes pinchando aquí

Pero voy a darte una idea de lo que hay que hacer con fotos, porque así te será más fácil decirle a tu padre qué tiene que hacer él y cómo. Lo primero de todo, pídele que encienda el horno a 175º C, aunque es posible que ya esté caliente si has hecho el postre que luego verás.

 En un cuenco o utensilio que pueda ir al microondas tienes que cocer unos minutos los pimientos choriceros --imprescindibles para una salsa barbacoa. Pide ayuda a tu padre para que no corras el peligro de quemarte.
En el caldo que resulte tienes que meter las costillas, las verduras indicadas en la receta --tu padre las habrá cortado y preparado ya-- y los aromas. Si te gusta el picante, no olvides añadir una guindilla. Tu padre ahora volverá a introducirlo en el microondas.

Pasado el tiempo de cocción, tu padre sacará el cacharro. Deja las costillas en el caldo, para que no se resequen, y pasa todas las verduras --cuidado, no te quemes-- a un chino o colador, que habrás puesto sobre un cazo de casi el mismo ancho que la parte superior del chino o colador.


El siguiente paso consistirá en aplastarlas con una mano de mortero, de chino o una cuchara. Esto lo puedes hacer tú también.


Cuando ya haya pasado casi toda la sustancia de tomates, pimientos y otras verduras, añade un poco del caldo de cocción en el que están las chuletas para aprovechar lo que quede. También puedes hacerlo tú.

Pide a tu padre que coloque las costillas --aún estarán calientes-- en una fuente de horno. Riégalas con parte de la salsa barbacoa, luego con un chorrito de aceite y espolvoréalas con una pizca de azúcar. Pide a tu padre que meta la fuente en el horno caliente, hasta que estén dotadas y caramelizadas.


Mira qué aspecto más apetecible tienen las costillas doraditas. En la salsera pequeña que está al fondo puedes ver la salsa barbacoa --la misma que has pasado tú por el chino-- que terminarás tú solo siguiendo las instrucciones de la receta de las costillas.

Para acompañarlas, nada mejor que unas alubias rojas refritas, mira la receta aquí o, si prefieres, alubias blancas salteadas con tomillo, mira su receta aquí
Además, puedes hacer un puré de patatas. Tu padre lo pondrá a cocer y luego tú, con el estribo para purés o con un tenedor, harás el puré a tu gusto. Mira la receta aquí

No sé si te gusta más el puré al natural o un poco picante. Eso lo decides con tu padre. ¡Hay que tener en cuenta lo que le guste a tu madre!.

También puedes preparar patatas asadas con piel, envueltas en papel de aluminio y que servirás bien calientes, con tus costillas tan sabrosas.

¡Ahora habrá que desengrasar un poco este asunto!. Una ensalada de zanahoria y manzana puede ser una idea genial. La puedes hacer casi toda tú. Lavar las verduras, exprimir el zumo de limón, hacer el aliño y darle tu toque único, ayudar a tu padre con el rallado de las zanahorias, revolverla .... Ya verás qué rica está. Tiene algunos ingredientes difíciles de encontrar, pero en la receta verás cómo sustituirlos. La tienes aquí


Y para postre, un crumble de pera y plátano, dos frutas que te encantan, seguro, y a tu madre también. La masa puedes hacerla tú, luego colocar en la fuente de horno las frutas que ha cortado tu padre, pero .... Vayamos por partes.



 ¿Qué cara va a poner tu madre cuando vea en su plato semejante delicia? La receta la encuentras aquí

Lo primero que tienes que hacer para preparar este crumble es pedirle a tu padre que encienda el horno a 175º C, más o menos.

Luego, pesa la cantidad de harina, de azúcar, de almendra molida y mantequilla que encontrarás en la receta en una ensaladera o un bol. Si no tienes balanza, no pasa nada, porque puedes medir tus ingredientes con cucharadas, como te voy a decir:

 1 cucharada sopera rasa de azúcar equivale a 15 g. 
1 cucharada sopera con copo de harina, a 25 g
1 cucharada sopera con copo de almendra molida, a 20 g

Para calcular la cantidad de mantequilla que necesitas, sigue la escala que marca de 25 en 25 g el envase de muchas mantequillas o pídele a tu padre que te eche una mano.


Amásalos con las manos hasta que consigas un montón de granitos amarillentos que, si los aprietas en tu mano, se apelotonan ¿Los ves ahí abajo?



Mientras tanto, tu padre te ha pelado y cortado con un cuchillo las frutas. 
Las colocas en la fuente, las riegas con el zumo de limón y las ordenas para que queden bien planas --¡No las aplastes demasiado!.



Con cuidado vete poniendo encima la masa del crumble que has preparado y apriétalo con las palmas de las manos, con cuidado, sin pasarte. Espolvorea por encima un poco de azúcar. Te quedará así.



 Ahora tu padre meterá el crumble en el horno y le añadirá en su momento las almendras fileteadas. Al final, el crumble saldrá  del horno ¡Así!


Ahora viene la parte menos agradable. No hay más remedio que hacerlo. Recoge, friega o mete en el lavavajillas, con la ayuda de tu padre, todo lo que puedas al tiempo que cocinas y pídele a él que friegue él los cuchillos y los utensilios cortantes, calientes o peligrosos.

Pon la mesa bien bonita. Ocúpate de que tu madre no tenga que hacer casi nada en su día. Sólo disfrutar contigo, tus hermanos y tu padre del menú delicioso que has preparado.

2 comentarios:

  1. Que buena idea Rosa!!!. que mejor regalo que este menú tan rico para sorprender a la madre. me encantan esas costillas caramelizadas. A ver si me sorprenden así!!!: UN BESO

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    1. Cuánto me alegra que te guste y qué orgullosa me pongo. Tú siempre tienes unas recetas y unas fotos en tu blog maravillosas, que me encantan.
      Pero sí, hay que pensar que el día de la madre, ya que existe, debe ser para homenajearla y nada le sabrá tan rico ni la pondrá tan contenta como una comida preparada por los pequeños.

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