domingo, 27 de mayo de 2012

LAS VERDURAS QUE SÍ ENCANTARÁN A TUS HIJOS

Es posible que tengas problemas para que tus hijos se inicien en el gusto por comer verduras y ensaladas. Si ese es el caso, no hay nada mejor que presentárselas de forma atractiva, sorprendente, que despierten su imaginación para que, así, las vean como algo apetecible, como así es. Voy a partir de recetas de lo más clásico pero con toques de nuestros días, unas veces para aligerar el conjunto, otras para dar sabores más modernos

Es importante que les impliques en el trabajo de hacerlas, aliñarlas y terminarlas. Seguro que les encantará enseñárselas al resto de la familia, a los amigos con los que después se las comerán, con gusto.


Esta ensalada, por ejemplo, va a entusiasmar a los pequeños. El adorno de las setas es una idea de alguno de los grandes recetarios de finales del XIX y principios del siglo XX, no recuerdo si de Escoffier o de Pellaprat. En la original, el pie de las setas eran huevos de codorniz cocidos, sobre los que se ponían tomates pequeños partidos al medio. Hoy los tomates cherry son demasiado pequeños para quedar bien sobre los huevos, como el sombrero de la seta, pero si se encuentran un poco más grandes, redondos, se puede poner un huevo debajo de cada medio tomate y ahorrarse los huevos cocidos de la ensalada y las yemas de los espárragos. Es lo más parecido al bosque de David el Gnomo que nuestros hijos hayan imaginado en algún momento, pero comestible y bueno. La receta la encuentras pinchando aquí

Tus hijos pueden ayudarte a terminar la salsa, a sazonarla a su gusto, a mezclarla con las verduras, a colocar los medios tomates sobre los espárragos o los huevos de codorniz, y a ponerles por encima el adorno de puntos que los convertirán en las setas del bosque. Todos esos trabajos no suponen utilizar utensilios cortantes o fuentes de calor. ¿Por qué no pueden hacerlos?. No mancharán mucho más que tu y puedes aprovechar para ir enseñándoles que no es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia.

Su paciencia es infinita para las labores detallistas --seguro que a ti hacerlas te pone de los nervios. Ellos te permitirán terminar otras cosas de la comida. Lo pasarán genial y estarán distraídos un buen rato. Si luego se comen la ensalada con gusto, porque ellos la han hecho, miel sobre hojuelas.


El nido de verduras sobre el que reposan estos huevos encapotados con bechamel, empanados y fritos --una especie de croquetas fabulosas que les encantarán--puede ser más apetecible aún para los niños si les ayudas a ver en él algo más que unas tiras de verduras de las que lo mejor que dicen algunos es ........ aaggg. La receta la encontrarás pinchando aquí

Les puedes pedir que preparen la mezcla del aliño, puedes cambiar la receta para que la mezcla sea de su gusto --pregúntales al respecto y vete con ellos a la verdulería-- y puedes pedirles que elijan de tu estante de especias y vinagres, o de tu frigorífico, lo que les apetece echar en "su" salsa. Que ellos se sientan cocineros y no sólo comparsas que andan por la cocina.

Descubrirán que les gustan alimentos que ellos creían pura bazofia. Es un empujoncito para ayudarles a romper la inercia, a descubrir nuevos sabores que resulta que, para su sorpresa --no te empeñes, no te lo dirán, así que no intentes que lo digan-- les apetecen. Lo que importa es que comiencen a comerlos.


Qué me dices de esta quiche de bacon y champi. Ellos puedes ayudarte a estirar la masa, a ponerla en el molde, a cascar los huevos en un cuenco y a batirlos. Luego a echar la nata, la sal, la pimienta. Puedes acceder a la receta pinchando aquí

Puedes cambiar la combinación de sabores con distintas verduras y otros alimentos. Por ejemplo, brécol hervido y bien escurrido con salmón --unas sobras de otro plato o una rodaja del pescado que hagas en el momento --ellos pueden limpiarla luego con unos cubiertos de pescado, que no cortan.  O jamón de york o lacón ahumado con unas espinacas recién hervidas, muy bien escurridas y un poco picadas.

En rosatovar.net encontrarás muchas más recetas útiles para que tus hijos encuentren el gusto a comer verduras. Es cuestión de imaginación y de que les pidas a ellos que se devanen los sesos.

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